Ahora voy a explicaros como se hace este aperitivo, que sirve para servir en aperitivos acompañando a cualquier queso, a un paté, a una carne... vamos que es totalmente multiusos... Además es algo que no es complicado de hacer (sólo necesita atención y paciencia) y que queda muy vistoso para sorprender a alguien.
Vamos a empezar con los ingredientes
- Cebolla (un par de cebollas, pero se puede hacer de una tirada con más y se puede guardar en botes sin que se estropee)
- Azúcar (para dos cebollas, 3 o 4 cucharadas)
- Vino Blanco
- Aceite
Y ahora nos metemos en la preparación
- Como puse anteriormente esta receta es fácil simplemente hay que tener paciencia y atención. Para empezar picamos la cebolla en cuadraditos.
- En una sartén echamos un poco de aceite ( 3 o 4 cucharadas) y lo ponemos a fuego medio-bajo.
- Cuando está caliente echamos la cebolla. La dejamos pochar (hacer) poquito a poco, removiendo, sin dejar que se queme, tiene que adquirir el color marrón transparente (intentar evitar el marrón quemado).
- Cuando la cebolla empieza a coger color echamos un chorrito de vino blanco, y lo dejamos hacer en el fuego removiendo cada poco.
- A los 5 minutos echamos el azúcar y seguimos removiendo cada poco. Veremos que el azúcar va convirtiéndose poco a poco en caramelo y va cogiendo un tono marrón oscuro. Si en algún momento vemos que se queda muy espeso se echa un poquito de agua y seguimos removiendo. Al cabo de unos 20 minutos lo retiramos del fuego (cuando vemos que tiene un color uniforme).
- Lo metemos en la nevera, y esta cebolla se puede utilizar cuando queramos.
Y ya está!! Tenemos nuestra cebolla confitada lista para deleitar los paladares más exigentes. Está buenísima con queso, paté, carnes...
Si tenéis cualquier duda, no dudéis en preguntar!! Y si lo hacéis comentar por aquí que tal os ha quedado.
Que aproveche!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario